Tras décadas de derrotismo y un pesimismo justificado, los aficionados al fútbol en Finlandia verán debutar a su selección en una gran cita. Es complicado encontrar un país en Europa que haya disputado tantas fases de clasificación sin meterse en ninguna. El inicio de esta historia de debacles ininterrumpidas se remonta al Mundial de 1938, para el que el conjunto nórdico ya disputó las rondas previas. Jugó en un grupo con Alemania, Suecia y Estonia. Perdió los tres partidos y no marcó ningún gol. Sería una señal de lo que vendría después: series de resultados negativos que ni las apariciones de Jari Litmanen o Sami Hyypiä pudieron levantar. Ahora, sin figuras de esa dimensión, la maldición se ha roto. Finlandia jugará la Eurocopa 2020 y su mera presencia en el torneo es motivo de orgullo y de fiesta nacional.
Este logro se puede catalogar como un triunfo personal de Markku Kanerva, un técnico que ya obró el milagro de clasificar a la selección sub-21 para la Eurocopa de 2009. La columna vertebral de aquel equipo, con la excepción de Përparim Hetemaj, que dejó el combinado nacional en 2018, forma parte de la convocatoria para esta Eurocopa: Pukki, Sparv, Raitala y Toivio. Pero también hay frescura y juventud: el delantero de 21 años del Brentford Marcus Forss, héroe con un gol decisivo en las semifinales del play-off de ascenso a la Premier League, genera gran entusiasmo entre la hinchada y puede tener un papel importante como revulsivo.

Para algunos observadores, Finlandia se asemeja a la Islandia de 2016 -pese a que su población de cinco millones y medio no puede compararse con los 360.000 de la cenicienta de la última edición-. Su estilo de orden y transiciones verticales recuerda al del combinado de Hallgrímsson. Lo plasmó bien en este artículo Tomàs Martínez durante la fase de clasificación cuando la gran sorpresa de su posible pasaporte a la Euro se empezó a insinuar. De todas formas, resulta complicado pensar que vaya a conseguir una hazaña de la misma dimensión: su grupo, con Bélgica, Rusia y Dinamarca, y con dos de esos partidos ejerciendo de visitante, no parece propicio.

El debut será un duelo nórdico ante una Dinamarca en la que Kasper Hjulmand no esperaba ser el seleccionador durante esta Eurocopa: cuando firmó en 2019 lo hizo para empezar a trabajar después de la cita multisede, pero el aplazamiento por el coronavirus lo ha llevado a sentarse en el banquillo para disputar una competición en cuya fase de clasificación él no participó. Hjulmand tiene también en su currículum un logro de gran magnitud: en 2011 ganó la liga danesa con el modesto Nordsjaelland, una conquista que le valió para que el Mainz lo eligiera como sustituto de Thomas Tuchel cuando éste fichó por el Borussia Dortmund.
Sin presión, sin nada que perder, con la ilusión de la primera vez, donde un simple gol que marquen les hará sentir campeones….y cuántas cosas raras pasan en el paraíso del fútbol modesto. Que bonito seria que se clasificaran aunque sea como mejor tercera. Vamos a soñar y a ver qué pasa!
Bancamos mucho a Finlandia y más aun al tener a un Bee como Marcus Forss como integrante del equipo.
Pues a mi, obviando Litmanen, me viene a cabeza Teemu Tainio, pívots finés qué entrené con Mánager Fútbol 2002 en Auxerre,